viernes, 3 de agosto de 2012

Flores en el desierto



Vuelve el desierto
en estanques de aguas
y la tierra seca en manantiales.
Allí establece a los hambrientos
y fundan ciudad donde vivir.
Salmo 107: 35, 36


Del mismo modo como la providencia divina puede convertir el desierto en tierra fértil, y refugio para el necesitado, así también Dios puede renovar nuestras esperanzas, volver la sequedad del alma en un manantial de agua viva, revitalizando todo nuestro ser interior, haciendo florecer y prosperar nuestra salud espiritual. 
Esta es una clara manifestación de la misericordia de Dios.


Cuando nosotros vemos la tierra seca y árida nos cuesta imaginar, más aun creer, que allí mismo habrá un manantial, un jardín florido o un lugar de cultivo. En cambio en la mirada de Dios todo está hecho. En su santa eternidad y su infinito amor, Él obra maravillas a nuestro favor, porque su poder y sus recursos son ilimitados.


¡Oh Señor, vuelve nuestro desierto en estanque de agua viva!

"Flores del campo"
Fanny Sunblad

Dedicado a mi amiga Haydee

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