sábado, 30 de marzo de 2013

Encuentro con la Verdad

Grande es su gloria
por tu salvación;
honra y majestad
has puesto sobre Él
Salmo 21: 5




Despreciado y desechado
entre los hombres,
varón de dolores,
experimentado en quebrantos;
y como que escondimos de Él
el rostro
fue menospreciado
y no lo estimamos.
Isaías 53: 3

Para el centurión y todos los que custodiaban el cuerpo de Cristo crucificado, en el monte Calvario, el encuentro con la Verdad, que es Cristo mismo, se produce de forma repentina. Como si de pronto sus ojos y sus oídos hubiesen sido abiertos; tal vez porque sus corazones fueron traspasados por la presencia santa del Hijo de Dios, en su entrega de Amor eterno. 
Hubo tinieblas en toda la tierra, que se estremeció al recibir las gotas de sangre del inocente, tan cruelmente lastimado. En ese instante supremo, el Centurión dijo: "Verdaderamente este era el Hijo de Dios"

En nuestra vida cotidiana, cuando  la verdad es revelada, no siempre es agradable; puede ser como un golpe duro, pero finalmente,  trae alivio y todas las cosas adquieren su dimensión real.
En el caso del Centurión, la revelación de estar frente al Hijo de Dios, pudo haber significado un sentimiento de culpa, o la confirmación de una intuición, pero con toda seguridad, se transformó en la certeza gloriosa que íntimamente siempre 
estuvo buscando. 

Ha pasado mucho tiempo desde este acontecimiento y sin embargo cada vez que alguien se encuentra con la Verdad del Hijo de Dios, surge esa misma certeza gloriosa que llena el alma de gozo y seguridad. Cristo es la Verdad que nos hace libres por la eternidad.


Pintura: Cristo crucificado
Diego Velázquez

El relato del encuentro del Centurión
lo puedes leer en San Lucas 23: 44 - 48

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...