martes, 9 de abril de 2013

Canto de gratitud



Las misericordias de Jehová
cantaré perpetuamente;
de generación en generación
haré notoria tu fidelidad
con mi boca
Salmo 89: 1

El salmista nos invita a reconocer en nuestra vida cotidiana, las misericordias de Dios. El dice cantaré perpetuamente, es decir siempre; y agrega de generación en generación. Una manera de perpetuar la alabanza a Dios, de generación en generación, es hablando de su fidelidad, de lo que Él ha hecho en nuestras vidas, con nuestros hijos. Otra manera es cultivando hábitos familiares de alabanza y gratitud a Dios.

El Apóstol San Pablo nos recomienda:
"hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Libro de Efesios)

Cuando estamos en dificultades, o la tristeza inunda el corazón, podemos encontrar alivio trayendo nuestras quejas delante de nuestro Señor, pero sin lugar a dudas, hay una mayor bendición cuando logramos levantar una alabanza; en última instancia, tenemos que agradecer porque nuestro Dios y Padre nos escucha y nos consuela. 

El ejercicio diario de alabar y cantar al Señor por su fidelidad, renueva nuestra fe y nos coloca en la perspectiva espiritual correcta frente a Dios que es soberano del universo.


Ilustración: Nancy Kremiller 

1 comentario:

Clarissa Rodriguez dijo...

Una razón importante para cantar, perpetuamente, las misericordias del Señor, quizás la más importante, es que por misericordia recibimos de Dios, no lo que merecemos, sino lo que necesitamos.

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